martes, 5 de enero de 2010

Educación para el desempleo (Education for the unemployment).


Hace un par de años debido a mi interés por la fotografía decidí volver a las aulas a estudiar un módulo superior de fotografía artística, o por los menos así rezaba en los documentos de la matrícula, y en el cartel que hay situado encima de la puerta de entrada al edificio donde se impartían las clases. Lo de fotografía artística era llevado con ambigüedad por muchos de los profesores, que desde mi punto de vista, no sabían situarse frente a ese concepto tan solemne de lo artístico y se enfrentaban a el sin saber como digerirlo, y así nos lo transmitían. ¿Saldríamos de allí artistas, fotógrafos, o profesionales gráficos? ¿Qué seríamos cuando acabáramos los estudios? Por el momento ni una cosa ni otra, parados, en la mayoría de los casos que conozco por mis compañeros y el mío propio, en estos momentos somos parados. Esta si que es una palabra ambigua que no da fe de la realidad de una persona que se encuentra sin trabajo. ¿Queda mejor desempleado? No sé.


De todas maneras, cuando se observa el panorama de la profesión fotográfica, parece que el desamparo no es únicamente para los que salimos de las escuelas profesionales, bellas artes, comunicación audiovisual, etc. El desamparo parece ser unánime en toda la profesión. Ya sea por la crisis estructural o coyuntural en la que nos encontramos, ésta ha atacado con mayor fuerza a este sector que a otros, por lo menos así lo comentan los que ya ejercen esta profesión, y, ¿Por que no creerlos? En las escuelas hoy en día no preparan a los alumnos para esta clase de fenómenos tan naturales. Sería curioso ver aparecer una asignatura llamada Educación para el desempleo, ya que con más de un 18% de desempleo general, y habría que estudiar hasta que punto afecta a los fotógrafos, la impartición de Educación para el desempleo en las escuelas de fotografía, y seguramente en muchas otras, que aquí en Valencia se cursaría en ingles y tendría la variante de Education for the unemployment, no sería descabellado. Aunque solo fuera como fuente de humor y relax nos iría preparando para un futuro más que cierto.


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